El Instituto de Crédito Oficial (ICO) elabora un indicador mensual de la confianza que tienen los consumidores respecto a su situación económica familiar, de la economía española y del empleo valorándola como mejor o peor respecto a la que existía seis meses antes y sus expectativas para los próximos 6 meses. Se efectúa una media aritmética de los balances de la situación actual y de las expectativas.
El indicador y sus dos componentes (situación actual y expectativas) pueden tomar valores que oscilan entre 0 y 200. Por encima de una puntuación de 100 estaríamos con una percepción favorable o optimista; por debajo de 100 indicaría lo contrario, una visión desfavorable o pesimista. La encuesta para elaborar el Indicador de Confianza del Consumidor es realizada por el Instituto OPINA a 1000 consumidores.
En Enero el Indicador de Confianza del Consumidor sigue con su tendencia descendente y ha bajado 1,4 puntos respecto a Diciembre. Se sitúa en 70,9 puntos, por lo que se encuentra en una clara percepción desfavorable o pesimista.
Nos encontramos con el noveno mes consecutivo en el que el indicador está descendiendo. Aunque ha mejorado la confianza en las expectativas futuras en un punto, este no es suficiente para compensar el claro descenso en lo que se refiere a la percepción de la situación actual de la economía familiar, la economía de España y del empleo. Pues son 4 puntos lo que se pierden, situándose en el 57,7.El Indicador ha bajado 19,7 puntos respecto al año anterior, 27,6 puntos en lo que se refiere a la visión de la situación actual y 11,9 puntos en la visión de las expectativas.
El presidente del ICO, Aurelio Martínez, no comparte la calificación de crisis aguda de la situación de la economía española, pues indica que esta crece a tasas superiores al 3% y que el indicador de confianza podría mostrar confianza a partir de marzo.
El Indicador de Confianza del Consumidor del Instituto de Crédito Oficial (ICC-ICO) es un dato importante pues nos indica cual es la percepción de la economía por parte de los consumidores. Si estos tienen una percepción desfavorable o pesimista, puede resultar perjudicial para el crecimiento económico, ya que ante esta visión de la situación tienen a bajar el consumo.