Los países o los entes públicos emiten deuda pública para conseguir recursos financieros con los que afrontar pagos inmediatos o inversiones a medio o largo plazo. Las agencias de calificación ponen nota a las deudas públicas de países soberanos según la probabilidad de que puedan afrontar o no sus compromisos.
Los Estados muchas veces necesitan de recursos financieros, para afrontar pagos inmediatos o para poner en marcha inversiones u operaciones en un medio o largo plazo. Con el fin de conseguir el dinero que necesita un determinado Estado, este emite deuda pública a interés variable, es decir, bonos avalados por el mismo Estado y que representan una parte de su endeudamiento.
¿Que es la Deuda Pública?
La deuda Pública puede definirse en otras palabras como el conjunto de deudas que tiene ese Estado frente a los particulares, instituciones u otro Estado. La deuda pública no sólo puede corresponder a un determinado Estado, sino que al ser pública puede ser la deuda de cualquier ente público emisor, como un País, una provincia, un municipio o un distrito. Al hablar de deuda pública nos referimos a la deuda emitida por un ente público y representa la suma de los prestamos que ha recibido dicho ente y que todavía no han sido devueltos.
La Deuda pública por tanto es un instrumento al que pueden acogerse los entes públicos para conseguir recursos financieros, mediante la emisión de títulos de valores que de forma generalizada son negociados en Bolsa. Según la deuda pública de un Estado, se puede saber lo que debe en un momento determinado. Emitir títulos valores de deuda por un ente público no resulta evidentemente gratis, sino que hay que pagar una contraprestación en forma de interés a los que se convierten en dueños de dichos títulos.
¿Qué son las Agencias de Calificación o de Rating?
Existen agencias de calificación que ponen nota a la deuda pública de los Estados, según se interprete la capacidad que tengan los entes públicos de afrontar dicha deuda. Según las circunstancias económicas, la solvencia de un Estado y sus perspectivas de futuro sean buenas o no buenas se le otorga una mayor o menor calificación. Las agencias de calificación no son otra cosa que entidades que da una calificación o rating de emisiones de renta fija en función de su riesgo. Se trata de agencias que dan una calificación respecto al riesgo crediticio de los emisores de valores y de las obligaciones financieras que han contraído. En otras palabras ofrecen información que los inversores utilizan para tomar sus decisiones.
Los inversores saben que las agencias de calificación no les recomiendan que compren o dejen de comprar determinados títulos, sino que simplemente señalan una predicción, una nota que va de mala a buena según la probabilidad de que un ente emisor cumpla o no con sus compromisos contraídos. Esto puede significar que a pesar de que una agencia de rating otorgue una mala nota a la deuda de un determinado Estado, este cumpla sin problemas con su deuda y viceversa. Los inversores toman las calificaciones que señalan las agencias de calificación o rating como signos informativos que les permiten orientarse en su toma de decisiones.
Las entidades o inversores pueden pedir un interés superior al enterarse a través de la calificación de las agencias de rating que sus inversiones comportan mayores riesgos, y esta circunstancia configura un amplio poder a dichas agencias. Las agencias de calificación albergan por ello mucho poder y las notas que otorgan pueden llevar a abaratar o a encarecer el coste de financiación y de ahí puede derivarse fácilmente que lleguen a repercutir e impactar directamente sobre la situación económica de los Estados. Las agencias de calificación son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch.