La inflación ha subido bruscamente de nuevo en noviembre y con este mes, ya es el segundo consecutivo en el que se produce una alza brusca del Índice, situándose en una variación interanual del 4,1 %, 5 décimas más que el mes anterior, ya que en Octubre había una variación interanual del 3,6 % y 14 décimas más que en septiembre que se encontraba en un 2,7 %. La última vez que se alcanzó un valor superior fue en Enero del 2006, que alcanzo una variación interanual del 4,2 %. El encarecimiento de las materias primas energéticos, el vestido y los alimentos que nunca faltan en la cesta de la compra como la leche y sus derivados, han sido los factores determinantes de los bruscos repuntes de la inflación.
La inflación tienen consecuencias inmediatas sobre el Estado, que deberá hacer frente a un aumento de las pensiones para no dañar la economía de los pensionistas. La pensiones deberán ser revalorizadas y el Estado tendrá que destinar alrededor de 1.557 millones para compensar la desviación del Índice de Precios al Consumo (IPC). Otros 1.564 millones serán para consolidar en la nómina las prestaciones para el próximo ejercicio. Estos más de 3.000 millones de euros que deberá aportar el Estado tiene como objetivo cumplir con la norma de 1994 creada para que los pensionistas no vieran perjudicado su poder adquisitivo. Si suben los precios, es lógico que suban las prestaciones, para que los pensionistas puedan hacer frente al encarecimiento de la vida.
Pedro Solbes, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía ha señalado que el aumento de los precios de consumo es algo "transitorio y exógeno" es decir, que es puntual y será corregido probablemente en los próximos meses y tiene que ver con factores económicos internacionales como es el encarecimiento del petróleo y los cereales.