La prima de riesgo
¿Qué es la prima de riesgo?
La prima de riesgo es un concepto utilizado en economía que indica el recargo o gravamen que el inversor reclama al deudor en función del mayor o menor riesgo que exista (o que pueda ser interpretado) de que este último no pueda satisfacer las obligaciones contraídas con el inversor.
Los inversores teóricamente exigirán una mayor prima de riesgo a un Estado por comprar su deuda, si existen mayores dudas de que no pueda después devolver ese dinero con sus intereses correspondientes.
Antes se seguir profundizando en el concepto económico de la prima de riesgo, debemos conocer lo que es la deuda pública de un Estado y la rentabilidad de la deuda de un país.
¿Qué es la deuda pública?
Los Estados se endeudan porque quieren financiar inversiones a medio o largo plazo o porque necesitan hacer caja de forma rápida para hacer frente a pagos inminentes. Los países necesitan recursos financieros y entonces emiten títulos de valores. Estamos hablando de la deuda pública de un país.
¿Qué es la rentabilidad de la deuda de un país?
Los Estados buscan en los mercados nacionales o extranjeros fondos que deberán pagar en el futuro con una rentabilidad fijada. Aquí por tanto aparece otro concepto financiero que es importante conocer: la rentabilidad de la deuda de los Estados. Un determinado país acude al mercado primario de deuda soberana para realizar sus emisiones mediante subastas a un interés, que fluctuará en relación a dos factores: 1.- la demanda. 2.- el plazo de vencimiento. A menor demanda, el interés será mayor y a la inversa; si nos encontramos con una fuerte demanda, el interés de los bonos será más bajo. En cuanto al segundo factor, el vencimiento, hay que señalar que a mayor plazo, mayor rentabilidad reclamarán los inversores.
El precio de la deuda alemana se toma como referencia ya que tiene la consideración de ser estable, segura y que no se ve fuertemente afectada por problemas coyunturales o situaciones efímeras de un determinado escenario económico.
Ejemplo de prima de riesgo
Una vez llegados aquí podemos ya ofrecer un ejemplo con respecto a la prima de riesgo española:
El día 7 de diciembre de 2010 a las 11:16, el rendimiento del bono alemán a 10 años se situaba en el 2,90% y el rendimiento del bono español a 10 años al 5,29%. A partir de estos datos, para calcular la prima de riesgo española, solo debemos hacer una resta: 529 – 290 = 239 puntos básicos. La prima de riesgo de riesgo española en ese instante se situaba en 239 puntos básicos. Otros países tendrán otras primas de riesgo. Mayor prima de riesgo para un Estado, significa que ese país debe responder con mayores intereses a sus necesidades de financiación. La prima de riesgo es por tanto la diferencia en intereses que un país debe pagar al comprador de bonos con respecto al bono tomado como referencia por ser el más estable y seguro, que es el bono alemán.
Consecuencias de tener una prima de riesgo elevada.
En las actuales circunstancias de severa crisis económica que ha sido ahora capaz de mutarse en una crisis de deuda, los Estados tienen verdadero pánico a que sus primas de riesgo sean elevadas, pues ello puede tener unas consecuencias terribles para sus economías. Cuanto más alta sea la prima de riesgo para un país, más intereses tendrá que pagar por el dinero que los inversores le prestan.
Una prima de riesgo alta, equivale a que los inversores tienen mayor desconfianza respecto a la solvencia del país y entonces su gobierno puede sentirse obligado a realizar recortes en las ayudas o en los salarios públicos, ajustes en las inversiones, y austeridad en sus presupuestos. Además, los bancos del Estado con una alta prima de riesgo, también obtienen dinero en el mercado interbancario a un interés más alto, y el aumento es trasladado en mayor o menor medida a los particulares y empresas que solicitan préstamos. Unos intereses altos minan el consumo, como también pueden hacerlo los recortes públicos que hemos mencionado y con todo ello el crecimiento económico del país puede verse perjudicado. Crecer poco, significa existencia de poco consumo que conduce a disminución en las recaudaciones impositivas, a menos creación de empresas y puestos de trabajo y a un aumento de las prestaciones por desempleo, pudiendo caer el Estado en terribles círculos viciosos de los que resulte cada vez más complicado salir.
Un gobierno al imponer recortes a sus presupuestos, a las inversiones y a las ayudas públicas, con el fin de reducir su déficit, presenta a su vez unas cuentas más saneadas a los inversores y ello lleva seguramente a una bajada en sus primas de riesgo. Los gobiernos también aplican reformas estructurales que influyen positivamente en la economía y en el desarrollo de un país, pero en un plazo más largo, como son cambios en la legislación laboral, reformas en el sistema de pensiones, etc.
Los gobiernos tratan de ser muy cuidadosos y buscan el difícil equilibrio entre austeridad, reducción del déficit, reformas y crecimiento económico, poniendo todo su empeño en huir de los mencionados círculos viciosos, para instalarse en los deseados círculos virtuosos, en los cuales el crecimiento económico y las cuentas saneadas, llevan a la prosperidad y a la creación de empleo; repercutiendo estos factores a su vez, en un mayor desarrollo económico.