El turismo rural llevaba en los últimos años un crecimiento espectacular llevando a muchas comunidades autónomas a apostar fuertemente por él y abriéndose gran cantidad de alojamientos al año. Pero este año ha sufrido una importante desaceleración.
¿Qué ha ocurrido?
Parece que existen tres factores principales de diferente naturaleza que han contribuido de forma sustancial en el importante descenso del turismo rural.
Podemos encontrarnos en un cambio de tendencia económica protagonizado por un encarecimiento de las hipotecas que en muchos hogares resulta asfixiante.
Por otra parte, tenemos la ley de la oferta y de la demanda. El número de casas rurales construidas o puestas a disposición de los interesados turistas ha aumentado considerablemente, superando claramente a la posible demanda. Si entre 2002 y 2006 el número de viajeros aumento un 77%, el número de alojamientos creció casi un 90 %, y esta diferencia a favor de la oferta se ha seguido aumentando durante el 2007 según nos cuenta El país. Pero los Gobiernos autónomos siguen promoviendo este turismo y ayudando para crear nuevas casas rurales y es que el turismo rural se ha convertido en una ayuda incalculable para salvar a muchos pueblos y zonas deprimidas. Ya existen casi 12.000 casas rurales, un 100% más que en el año 2002 en el que existían 6.000 alojamientos.
Los expertos en el sector, restan importancia a la cuestión, señalando que sólo se está viviendo un retroceso o desaceleración puntual, pero que el turismo rural en España tiene mucho recorrido y futuro. Sin ir más lejos, en Francia hay 80.000 alojamientos rurales, mientras que en España hay tan sólo 12.000, según afirma François Derbaix, de Toprural.
El sector debe también adaptarse a las nuevas exigencias de los turistas que encuentran precios más competitivos y mayor comodidad en los hoteles españoles, como por ejemplo, baños en todas las habitaciones, jacuzzi, tratamientos de agua, amplios espacios comunes..., y ofrecer alternativas, actividades o talleres en los que el campo es especialista, como la elaboración del queso, el vino, la sidra, la recolección de setas, los caballos, etc. Sin duda alguna, el turismo rural, cuenta con muchos recursos atractivos que poder ofrecer, sólo hace falta poner en marcha las ideas y las estrategias organizativas para ofrecérselos al turista de la mejor forma posible.