El BCE decide subir los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 1,25%
Sube el precio del dinero un cuarto de punto, pasando del nivel del 1% al 1,25%. Una subida de tipos que ayudará a encarecer más las hipotecas.
El Banco Central Europeo (BCE) a través de su Consejo de Gobierno reunido el 7 de abril de 2011, ha decidido subir los tipos de interés un cuarto de punto, pasando del nivel del 1% al 1,25%. El precio del dinero llevaba estancado desde el pasado mayo de 2009 en el 1%, debido a las dificultades económicas que ha estado sufriendo Europa y de las que todavía no se ha librado. La prueba irrefutable de que todavía estamos inmersos en la crisis es que hace escasos días se ha decidido el rescate financiero de Portugal como ya ha ocurrido en Grecia e Irlanda. Como el objetivo fundamental del BCE es vigilar y mantener la estabilidad de precios, ha decidido subir los tipos de interés para atenuar los riesgos inflacionistas que se muestran amenazantes en el actual panorama económico.
No hemos decidido hoy que este sea el primero de una serie de aumentos de los tipos de interés. En el futuro seguiremos haciendo lo que hemos hecho en el pasado, es decir, adoptar las decisiones adecuadas para ofrecer esta estabilidad de precios. Estas declaraciones realizadas por el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, reflejan cual es la principal preocupación de la autoridad monetaria europea, vigilar la estabilidad de precios y subir los tipos de interés si es necesario para mantenerla. El actual aumento del precio del petróleo supone un riesgo inflacionista muy potente y de hecho ya la inflación esta subiendo a causa de este encarecimiento del crudo. Por ello el BCE, quiere controlar los precios subiendo los tipos de interés. La subida de los tipos de interés repercute directamente en la inversión, ya que el dinero es más caro y las empresas deben pagar más en intereses a los bancos por los mismos préstamos. Además encarece las hipotecas a interés variable referenciadas al euribor, que son la inmensa mayoría. El euribor y los tipos de interés siguen una evolución paralela, ya que si estos últimos suben, también lo hace el Euribor, consiguiéndose así un encarecimiento de las hipotecas.
Una subida de los tipos de interés, significa que el dinero es más caro, o si se prefiere el coste de capital es mayor y ello obliga a que las empresas deben ser más eficientes para que los bancos les presten dinero y además para que estas sen rentables, ya que si el dinero sube, la empresa deberá conseguir más beneficios para superar el aumento del coste del capital, ya que el banco presta el dinero más caro ( pide más intereses) a las empresas que lo piden.
A las potentes economías europeas como Francia o Alemania que ya están creciendo y parece que ya se alejan de la crisis les beneficia la subida de los tipos de interés. Les conviene que los precios de los productos no se desboquen, que los precios de los bienes y servicios se contengan y puedan tener así mejor salida al exterior, es decir contribuyen a a un mejor aprovechamiento de su fuerte potencial exportador
En el caso de economías como la española, con una salida de la crisis todavía muy tenue, y con empresas sin tantas posibilidades exportadoras, sumidas además ahora en una restricción crediticia en muchos casos asfixiante, unido a un bajo consumo interno, fruto de un vertiginoso crecimiento del desempleo y ajustes públicos, no les beneficia una subida de tipos de interés, aunque seguramente, una subida de solo un cuarto de punto en el precio del dinero, podrá ser absorbida sin demasiados problemas, teniendo en cuenta que los tipos de interés en el 1,25% todavía siguen estando a un nivel muy bajo.
Aunque todavía un 1,25%, se puede considerar un nivel de tipos de interés todavía bajo y adecuado para el actual panorama económico, lleno todavía de incertidumbre en Europa, con economías que han tenido que ser rescatadas financieramente o que están en proceso de rescate, como son Grecia, Irlanda o Portugal; a economías con una débil recuperación, como es el caso de España no les ayuda una subida de tipos de interés. De esta manera, una subida del precio del dinero, provoca un encarecimiento de la inmensa mayoría de las hipotecas, ya que provoca que el Euribor también suba. Con un encarecimiento de las hipotecas, las familias que soportan su pesada carga, ven disminuida así su capacidad adquisitiva, contribuyendo a disminuir más el consumo interno y a que las empresas obtengan menos beneficios como consecuencia de que las familias tengan menos dinero para gastar. Además, con una subida de tipos de interés las familias tendrán que pagar más intereses por aquellos préstamos al consumo que soliciten.
Como vemos las subidas de los tipos de interés, suben a su vez las hipotecas y los intereses que se pagan por los préstamos al consumo que se solicitan, por lo que el poder adquisitivo de las familias se ve disminuido. Las empresas también consiguen menos beneficios con una subida del precio del dinero, ya que por una parte disminuye la capacidad adquisitiva de las familias y por otra los préstamos que solicitan a los bancos, para poner en marcha proyectos inversores, son más caros, porque al subir los tipos de interés, las empresas tienen que pagar también más intereses por los créditos que solicitan.
Para los bancos además será mas costoso conseguir dinero para prestar a familias y a empresas, y entonces aumentaran sus condiciones a la hora de conceder préstamos, por miedo a que no sean devueltos, ya que si el dinero es más caro las empresas tendrán que ser más competitivas para poder devolver unos créditos con unos intereses más altos. A las entidades financieras la morosidad les perjudica más, ya que el dinero es más caro. Por lo tanto si la restricción crediticia es en la actualidad asfixiante para muchas empresas, ahora con un dinero más caro, lo puede ser todavía más.