TAE son las siglas correspondientes a Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva. Se trata de un indicador que expresa en forma de porcentaje el rendimiento o los costos de un determinado producto financiero. El TAE acompaña al interés nominal en los planes de ahorro, así como en los préstamos hipotecarios y personales. Es más fácil de comprender el TAE, en los productos de ahorro.
Si nuestro banco nos ofrece un plan de ahorro consistente en invertir 1000 euros a un plazo de un año a un interés nominal del 5%, cuando termine el año, nuestros 1000 euros nos habrán producido al final del año un interés de , 50 euros, es decir 5 euros por cada 100 euros que habíamos invertido. ¿Pero que es lo que ocurre si en lugar de darnos los intereses al final del año, nos lo dan en diferentes pagos a lo largo del año, por ejemplo mensualmente, y ese dinero se une al capital inicial para conseguir más intereses? Pues que ese dinero que se une al que ya tenemos, crea también su interés y eso hará que el TAE difiera del interés nominal siendo mayor que este.
La formula del TAE es la siguiente:
TAE = (1 + i / k)^k – 1
i es el tipo de interés nominal anual y k el número de pagos que se efectuen en el año.
El TAE en productos de ahorro
Si depositamos a un año 1000 euros con un interés nominal del 7 %, al termino del año, percibiremos 70 euros de intereses, es decir, un total de 1.070 euros, y el TAE coincidirá con el interés nominal, es decir TAE = 7%. Estamos hablando de interés simple porque los intereses producidos, durante todo el tiempo que se alarga el depósito o plan de ahorro únicamente son producidos por el capital inicial. Pero, si hubieramos percibido los intereses que genera el capital en pagos mensuales, no habremos recibido al final un 7 % de interés, sino más, porque los intereses recibidos en cada pago mensual, se han unido al capital anterior, generando así más intereses, al aumentar el capital, por lo que al final, los intereses generados no serán del 7%, como dice el interés nominal, sino un porcentaje superior que será el TAE. Ahora estamos hablando de interés compuesto, porque al capital se le añaden o suman periódicamente los intereses producidos. Cuando termina cada periodo de pago, el capital que se tiene es el capital anterior más los intereses producidos por ese capital durante ese periodo. Así si tenemos dos posibilidades de planes de ahorro con un mismo interés nominal y un mismo plazo, será más rentable el que más periodos de pago ofrezca, pues para cada periodo se suma capital (producido de los intereses producidos en ese periodo), al capital anterior. En este caso, si depositamos al plazo de un año 1000 euros con un interés nominal del 7%, y 12 pagos al año de los correspondientes intereses, ¿cuál será el dinero final conseguido? ¿Qué TAE se habrá aplicado?
Aplicando la fórmula tenemos:
7 / 100= 0,07
TAE = (1+ 0,07 / 12 ) ^12 - 1 = 0,0723 , es decir, una TAE de 7,23 %, mientras que el interés nominal era del 7 %.
I = (1000 * 7,23 *12) / 1200 = 72,3 de intereses.
1000 + 72,3 = 1072, 3 euros, de capital al final.
El TAE en préstamos hipotecarios o personales
Cuando hablamos de préstamos hipotecarios o personales, el TAE encierra en sí mucha información, ya que incluye al interés nominal, los gastos y comisiones bancarias y el plazo de la operación, por otra parte no quedan incluidos otros gastos en el TAE. No se incluyen por ejemplo los gastos de tasación de la vivienda o los seguros que son requeridos por la entidad financiera.
Si tenemos dudas de que préstamo firmar entre dos o varios, el TAE es el indicador que nos ayudará, porqué para préstamos con tipos de interés y comisiones diferentes el TAE los homogeneiza convirtiéndolos a un común equivalente anual. De todas maneras, también deberemos estar pendientes de otras consideraciones que no recoge el TAE, como es la posibilidad que un préstamo financiero pueda cancelarse anticipadamente o de la confianza que tengamos con la entidad financiera. También es importante que la cuota mensual a pagar la consideremos adecuada a nuestras posibilidades financieras para poder afrontarla con comodidad. Por otra parte no debemos comparar el TAE de un préstamo hipotecario a interés fijo con otro a interés variable, ya que este último dependerá mucho de la variación que sufra el índice de referencia que se aplique. Si los dos préstamos hipotecarios son a interés fijo, si que será muy útil el TAE, porque el TAE más reducido será el que nos lleve a pagar menos intereses, y por último tampoco hay que comparar el TAE de un préstamo personal, con un préstamo hipotecario, ya que éste último, como comentábamos anteriormente hay muchos gastos que no se incluyen en el TAE.