La tasa de morosidad en España ya roza el 1%. Este valor es el más alto desde 1994. Es el índice referido fundamentalmente a los pagos de créditos de bancos, cajas y corporativas. La crisis hipotecaria empieza a provocar sus efectos y las dificultades para afrontar las letras del préstamo van en aumento ocasionando que prácticamente ya exista un moroso de cada cien.
No obstante si comparamos el dato de la tasa de morosidad en España ahora y con el de los años 90 es fácil percatarse de que nos encontramos con una tasa todavía muy baja y de momento poco preocupante.
A mediados de los 90 la tasa llegó a un 8%, por lo que está muy alejada de la actual.
La tasa del 1% se encuentra alejada de la media europea que se sitúa próxima al 2,5%. De todas maneras es significativo y no se puede obviar, que cada vez son más las familias que no pueden hacer frente a sus deudas.