Ahorra en la factura de la luz desde ahora mismo
Puedes conseguir ahorrar en la factura de la luz, desde ahora mismo, siguiendo una serie de consejos
Si nos paramos a pensar en todos nuestros hábitos a lo largo del día y algunas actividades que no son rutinarias pero que implican un gasto de luz innecesario seguro que encontramos muchas. Por ejemplo, ver la televisión con alguna luz encendida.
La televisión ya emite luz para ver perfectamente las imágenes, entonces para qué queremos tener más luz a nuestro alrededor. Además, veremos los colores emitidos por la televisión de forma más intensa y vibrante sin no hay ninguna otra luz que le haga competencia. Disfrutaremos más de las imágenes de la televisión, tendremos un visionado más envolvente y nos concentraremos mejor, y especialmente ahorraremos luz. Lo que acabamos de decir respecto al televisor, también sirve para el ordenador, móvil o tablet.
Otra rutina que mucha gente practica, es ir encendiendo todas las luces que encuentra en su camino hasta llegar a la estancia de destino. Seguro que hubiéramos llegado con un visionado perfecto a donde deseábamos encendiendo muchas menos luces a nuestro paso.
Tener varias luces encendidas en una misma habitación cuando con menos luces ya vemos perfectamente. Hay gente que tiene encendidas las lámparas de pie y además las luces del techo en el comedor o en otras estancias. Seguro que muchas de esas luces son totalmente innecesarias.
Hay personas que empiezan a encender las luces demasiado pronto, es decir, cuando todavía existe suficiente luz solar que entra por nuestras ventanas para ver perfectamente todo desde nuestra vivienda.
Igualmente, puede existir el hábito de encender luces al levantarnos, y de mantenerlas encendidas hasta que alguien se le ocurre o hace el esfuerzo de levantar las persianas para que entre toda la luz solar de la mañana.
Y que pasa cuando salimos de las habitaciones. ¿Te dejas las luces encendidas? Puede ocurrirnos algunas veces por descuido, pero hacerlo de forma rutinaria incrementará nuestra factura eléctrica considerablemente. Y si vemos alguna luz encendida, y no hay nadie en la habitación ir directamente a apagarla.
No dejes dispositivos en stand by. Se piensa que prácticamente no consumen nada. Pero si vas sumando todo lo que dejas en stand by, como el cargador del móvil, el ordenador, la televisión, a lo largo del año gastaras mucho más dinero en la factura de la luz de lo que crees. Con un estudio adecuado te encontrarás con datos realmente sorprendentes y no volverás a dejar más aparatos o dispositivos en stand by.
La luz solar la podemos aprovechar al máximo en nuestra vivienda.
Coloquemos los lugares de trabajo o de estudio cerca de las ventanas.
Tengamos las ventanas abiertas para que entre la máxima luz solar y aprovechemos hasta el último minuto en el que el sol nos ofrece su energía inagotable y gratuita.
Si nuestro hogar tiene espacios exteriores, terrazas, balcones, y el tiempo es agradable, podemos desarrollar allí nuestras actividades o aficiones: deberes, lectura, escritura, comer, charlar.
Si no queremos que la luz solar de directamente sobre nuestro cuerpo, podemos aprovechar también los porches sin disponemos de ellos, o colocar sombrillas de forma estrategia, para aprovechar la luz, pero sin que afecte a nuestra piel o la dañe.
Te recomendamos que vayas sustituyendo tus bombillas tradicionales por bombillas LED o de bajo consumo, las llamadas bombillas CFL (Bombilla fluorescente compacta o de bajo consumo) porque ahorrarás mucho en la factura de la luz, especialmente con las luces LED. Las bombillas LED tienen una vida útil hasta 5 veces superior que las de bajo consumo.
Además, las bombillas LED “Light Emitting Diode” o diodo emisor de luz, cuentan con un encendido instantáneo.
Las bombillas LED logran consumir un 80% menos que las bombillas tradicionales y las bombillas de bajo consumo un 70% menos.
Existen electrodomésticos que son más eficientes que otros, pero nosotros además podemos poner mucho de nuestra parte para que funcionen eficientemente.
A la hora de adquirirlo, deberemos de prestar mucha atención a la etiqueta que nos informe sobre su eficiencia. Debemos conocer las nuevas etiquetas de eficiencia energética.
Los electrodomésticos deben incorporar la nueva escala energética desde marzo de 2021. El etiquetado de la eficiencia energética de los electrodomésticos va de la A a la G y estas nuevas etiquetas se han hecho para que el consumidor tenga una información comprensible y clara de cuanto de eficiente va a ser su electrodoméstico.
La máxima eficiencia será la correspondiente a la letra A, y según avance la letra del abecedario hacia la G, significará menos eficiencia. Los colores van aparejados a la eficiencia. El verde oscuro es el correspondiente a la letra A, y el verde más claro a la letra B, el verde claro corresponde a la letra C, el verdor se va perdiendo para convertirse en amarillo para la eficiencia D, amarillo oscuro para la eficiencia E, naranja para el electrodoméstico con eficiencia F y rojo para el correspondiente a la eficiencia G.
Estas letras se apoyan en el llamado índice de eficiencia energética (EEI) y es indicativo del consumo al año de energía. Los electrodomésticos también disponen de un código QR para poder escanearlo y poder obtener así el máximo de información.
En este sentido se encuadra el proyecto europeo BELT (Boost Energy Label Take Up), es decir, impulsar la adopción de etiquetas energéticas con un doble objetivo:
- Dar todo el apoyo necesario para interpretar adecuadamente las etiquetas con el fin de los consumidores sepan elegir los productos más eficientes, es decir, los de mejor rendimiento
- Incentivar a los productores y fabricantes para que investiguen y creen electrodomésticos más eficientes.
La OCU forma parte del proyecto europeo Belt.
Pero como hemos dicho desde el principio de este apartado, no solo nos debemos de preocupar por buscar la eficiencia, el mejor rendimiento, en los productos que compramos, sino también aprender a utilizarlos nosotros mismos de la manera más eficiente posible.
¿Cómo hacer un uso eficiente del lavavajillas?
Primero que nada, y algo que ya se enseña a los niños y niñas en el colegio. Poner en marcha el lavavajillas cuando esté completamente lleno. No solo para ahorrar luz, sino también para ahorrar agua que es un bien escaso. Ahorrarás en tus facturas y pondrás tu granito de arena para ayudar al planeta.
Leer bien las instrucciones del lavavajillas. Si los platos y vasos salen sucios después del lavado, puede ser que no hayas hecho algo bien. Hay diferentes programas, aprende a utilizar el que más convenga en cada caso, dependiendo del tipo de vajilla que hayas introducido y del grado de suciedad que contengan. Recuerda, con menos de 55º C conseguirás quitar toda la suciedad. Si la suciedad está muy pegada a los platos, vasos y cubiertos podrás optar por un programa de 65º C, pero en muchos casos poner una temperatura excesiva, supone un gasto innecesario.
Procura que ningún elemento obstaculice las aspas del lavavajillas, coloca los elementos grandes abajo y los pequeños en la plaza superior. Recuerda que cada artículo tiene su lugar adecuado.
Cuida el filtro del lavavajillas quitando antes al máximo posible todos los residuos, por pequeños que sean. Esto no significa que debemos hacer un prelavado anterior al uso del lavavajillas. En absoluto, gastaremos agua, esfuerzo y tiempo.
Utiliza el botón "ECO" que muchos lavavajillas incorporan. Permite ahorrar casi la mitad de electricidad.
Los artículos deben ser colocados boca abajo para evitar que al final queden repletos de agua sucia, que implicará tener que ser lavados de nuevo, con el doble gasto de agua y de electricidad que ello supone.
Limpia los filtros de forma regular.
¿Cómo hacer un uso eficiente de lalavadora?
Al igual que ocurre con el lavavajillas, la lavadora se ha de utilizar cuando esté llena de ropa. Pero ten en cuenta que llena, no significa totalmente apretujada, y sin prácticamente espacio para que pueda lavar la ropa adecuadamente. Deben quedar unos 8 centímetros entre el montón de ropa y la parte superior del tambor.
Cuida mucho tu lavadora. Es un elemento esencial de tu vivienda, muy necesario y totalmente imprescindible. Limpia los filtros regularmente. Revisa la ropa que vas a introducir, sus bolsillos, evitando que entren en ella objetos que puedan deteriorar un electrodoméstico tan valioso como es tu lavadora.
Si utilizas programas fríos, para aquella ropa que no esté muy sucia te evitarás mucho ahorro de energía. Debes saber que el calentamiento del agua en la lavadora implica hasta un 85% de su gasto eléctrico. Puedes ahorrar mucha en la factura de la luz utilizando programas fríos.
Lo mismo hay que decir de los programas largos. Seguramente, con programas cortos conseguirás la limpieza perfecta de la ropa. Habitualmente, para ropa del día a día que no contenga manchas importantes los ciclos cortos son ideales.
Utiliza la lavadora en los momentos del día donde el consumo sea más barato. No tienes por qué tener que estar disponible para poner la lavadora en cualquier momento. El programador puede serte de mucha utilidad en este sentido.
¿Cómo hacer un uso eficiente de la nevera?
Intenta no abrir la nevera continuamente. Seguramente se abre muchas veces la nevera de forma innecesaria. Al igual que ocurre con la lavadora, la nevera es el otro electrodoméstico imprescindible.
La nevera es un electrodoméstico tan imprescindible, que debe estar funcionando las 24 horas del día los 7 días de la semana en cualquier hogar. Aquí la elección de la nevera con la mejor etiqueta energética de eficiencia es fundamental, ya que, al estar funcionando durante todo el año, el ahorro será considerable si elijes una nevera lo más eficiente posible. Recuerda que la etiqueta de eficiencia energética va de la A a la G, siendo la A el electrodoméstico más eficiente.
Evita que la nevera se encuentre cercana a fuentes externas de calor, como estufas, radiadores, hornos, ventana... Así mismo, procura que la nevera se encuentra separada de la pared un mínimo de 5 centímetros.
Procura una limpieza adecuada de la nevera y extrae inmediatamente cualquier producto que no se encuentre en buenas condiciones. Debes procurar que el aire que circule por el electrodoméstico se encuentre renovado y limpio, ya que, si no es así, los alimentos no se estarán conservando en las condiciones adecuadas.
Debes tratar de que la nevera tenga una temperatura en su interior de 5 grados y de -18 grados en el congelador. Son las temperaturas ideales para que la nevera realice sus funciones adecuadamente y se gaste la menor energía posible.
¿Cómo hacer un uso eficiente de la secadora?
La secadora gasta mucha luz. Tiene un consumo energético muy alto, por lo que lo recomendable es utilizarla lo menos posible. Pero ocurre, que hay hogares en los que no hay espacio para colocar el tendedor de ropa y otras veces necesitamos que la ropa se seque mucho más rápidamente.
Si tienes terraza, balcón u otro espacio exterior que te permita tender, lo mejor para ahorrar luz, es que lo utilices antes de poner en funcionamiento la secadora. En verano, la ropa se te secará muy rápidamente.
Si no hay otro remedio, procura que la secadora este llena, pero procurando que quede algo de espacio.
Si tu secadora no tiene el botón de autolimpieza, limpia los filtros tras cada programa de secado. Tras una decena o algo más de secados limpia el condensador.
Existen secadoras de evacuación, secadoras de condensación y las de bombas de calor. Las de condensación gastan menos energía con respecto a las de evacuación, por lo que te ahorrarás dinero en la factura de la luz. También debes de saber que las secadoras de condensación son más caras que las de evacuación, pero les sacarás rentabilidad en poco tiempo. Las secadoras con bomba de calor son las más caras, pero también las que más eficiencia de ofrecerán, ya que reutilizan el aire a través de un ventilador que hace recircular al aire.
Utiliza el centrifugador antes de meter la ropa en la secadora. Ello te permitirá utilizar un programa de secado más corto, por lo que ahorrarás en tu factura de la luz.
Utiliza el botón "ECO" de tu secadora.
Un tema muy discutido son los grados o la temperatura ideal para encontrarnos a gusto en nuestro hogar. Durante el día deberíamos tener en nuestra vivienda una temperatura entre los 20º y los 23º y por la noche es suficiente con que la temperatura se encuentre entre 15º y 17º. Salirnos de estos márgenes supondrá un consumo energético innecesario.
Contar con un termostato programable es muy importante para ahorrar energía ya que se encargará de que la temperatura sea la ideal a los diferentes momentos del día y a las diferentes situaciones.
Aprovechar el calor del sol. Si tenemos las persianas levantadas y las cortinas abiertas dejaremos que el calor se vaya acumulando en nuestro hogar durante el día.
Cuando el sol se esté alejando ya podremos bajarlas y correr las cortinas, dejando así que el calor acumulado se mantenga en nuestra vivienda. De nuevo el sol, como ocurre para evitar encender las luces, es nuestro aliado. El sol no solo nos proporciona luz gratis, también nos da calor gratuito. Aprovechémonos al máximo del sol.
Con la calefacción también podemos tener hábitos que nos perjudican. Por ejemplo, ir demasiado ligeros de ropa y poner una calefacción excesiva lo pagaremos caro en nuestra factura de la luz. Dependiendo del frío que haga necesitaremos mantas más o menos gruesas. Utilicemos inteligentemente las mantas adecuadas y no las sustituyamos por más grados en nuestra calefacción.
En ambos casos, se trata de una superficie de cristal. Sin embargo, las placas de inducción son más rápidas, más eficientes (consumen menos energía) y más seguras.
Empecemos por la seguridad: son más seguras las placas de inducción porque la placa se calienta mucho menos. Las placas de inducción solo se calientan por el calor transmitido por el recipiente. Las vitrocerámicas al alcanzar temperaturas muy elevadas pueden quemarse con mayor probabilidad que las placas de inducción.
Las vitrocerámicas crean calor a través de una resistencia eléctrica o placa halógena calentándose con el paso de la electricidad.
Las placas de inducción, generan un campo magnético que hace que se caliente de forma directa el recipiente y no la placa. La placa de inducción es mucho más rápida calentando la comida que la vitrocerámica.
Y aquí viene la respuesta que estabas buscando. En cuanto al consumo de energía, las placas de inducción consumen entre un 20% y 40% menos que las vitrocerámicas. Todas las ventajas de la placa de inducción sobre las vitrocerámicas se pagan, y son las primeras más caras que las segundas, pero con su uso son más rentables.
Usa los recipientes a calentar con el diámetro correspondiente, evitando que el calor se desaproveche y haya así consumo de energía innecesario.
Debes de comparar precios para encontrar la tarifa ideal para ti. Ten en cuenta la potencia contratada. Esta supone un coste fijo que sube según van aumentando el número de KW que contrates.
Si nunca te han apagado todas las luces de repente, es decir, nunca han saltado los plomos, tal vez puedas bajar la potencia contratada, pero si la bajas excesivamente te saltaran mucho más fácilmente, así que tampoco es conveniente bajarla demasiado, porque puede causarte demasiadas incomodidades.