Las tarjetas de crédito: el principio y el final de nuestros sueños



Las tarjetas de crédito: el principio y el final de nuestros sueños

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Las tarjetas de crédito: el principio y el final de nuestros sueños


Las tarjetas de crédito: el principio y el final de nuestros sueños

tarjetas de crédito

    Una de las causas importantes del endeudamiento de las economías familiares, es la facilidad  y la comodidad con la que se puede gastar dinero a través de las tarjetas de crédito. Podemos adquirir aquello que tanta ilusión hace de forma inmediata, y con la aparente sensación que nos proporciona la virtualidad psicológica de que no estamos gastando dinero, simplemente cedemos al dependiente durante unos segundos nuestra maravillosa tarjeta que tantas puertas nos abre y que tantos sueños y deseos nos concede. Además tenemos "de nuestra parte" a los bancos, que gracias a su "bondad" nos permite aplazar el dinero gastado en las tarjetas en cómodas mensualidades. Así nosotros podremos disfrutar de nuestros sueños cumplidos y el banco además de su correspondiente comisión cobrada al vendedor por la utilización de la tarjeta de crédito, podrá llevarse un poquito de nuestro dinero cada mes gracias a los intereses generados por el aplazamiento de nuestras deudas.

    Pero igual que siempre llega el frío invierno, se nos presenta pronto la fría realidad, y nos damos cuenta de que estamos pagando nuestra hipoteca con un aumento posiblemente anual importante gracias a las revisiones de nuestra cuota y de la subida continua del euribor, con el préstamo del coche que parece nunca terminar y con un recibo mensual de las tarjetas de crédito que empieza ya a asustarnos...todo esto sin contar, la multitud de gastos que en toda economía familiar tienen acto de presencia. Es entonces cuando empiezas a cuestionar lo necesario e innecesario de las continuas compras y la mirada a nuestras tarjetas de crédito no se hace esperar, así como un deseo indescriptible de coger esas buenas tijeras que tenemos en casa (compradas con tarjeta de crédito) y acabar con las tarjetas. Pero no..., nos controlamos. Pero eso si... se lo dejamos bien claro: ¡ A partir de ahora, saldréis mucho menos de casa!

    Para un buen rumbo de nuestra economía, debemos ser conscientes en todo momento de nuestros gastos y de nuestra deuda total. Con respecto a las tarjetas de crédito, es imprescindible tener en cuenta las siguientes consideraciones:

1.- Es muy fácil conseguir tener tarjetas, nos las ofrecen constantemente. No es cuestión de tener tarjetas por tener. Es importante contar solo con aquellas que sean necesarias y nos reporten beneficios.

2.- Saber cuales son los gastos de mantenimiento de nuestra tarjeta. Muchas son gratuitas, otras lo son unos meses al principio, y otras nunca lo son. Hay que conocer su pago anual, su tasa de interés, lo que se nos cobrará por deudas atrasadas o por exceder del límite de la tarjeta.

3.- Mejor siempre pagar con nuestra tarjeta en la  modalidad de contado y no a crédito. Si nos acostumbramos a esto no es difícil y es un excelente hábito para no tener problemas económicos en el futuro. Si pagamos todos nuestros gastos mes a mes, estamos pagando lo que en realidad valían nuestras compras y seremos más conscientes de nuestros límites y de hasta que cantidad  podemos llegar en nuestros gastos.

4.- Es importante salir de casa con dinero real y no sólo con tarjetas. Es más fácil que controlemos nuestros deseos de gastar en compras innecesarias, con dinero real que no con tarjetas de crédito.

5.- Cuidado con sacar dinero de nuestra tarjeta de crédito en cajeros automáticos. Los costos por comisión suelen ser importantes. Si esta acción la realizamos de forma habitual, al final de mes supondrá un gasto de dinero considerable.

6.- Para compras grandes, informarse ampliamente de las condiciones en prestamos personales pues seguramente ofrecerán más ventajas e intereses más bajos que las tarjetas de crédito.

7.- Guardarse las facturas para llevar un control de los gastos y verificar posibles errores.

8.- Ser conscientes de nuestra propia economía y si sabemos que es un gasto excesivo para poder afrontarlo con comodidad, no hacerlo. Ya habrán más oportunidades en el futuro.

9.- Los términos y condiciones de las tarjetas de crédito pueden ser modificadas. Hay que estar pendiente de ello, a través del correo recibido por la entidad emisora de las tarjetas. Pueden aumentarnos los intereses o si antes no se cobraba tasa anual ahora si hacerlo.

10.- No hay que olvidarse de las cuestiones de seguridad de nuestras tarjetas. Mejor memorizar el PIN y no ceder esta información a nadie, además de guardar la tarjeta en lugar seguro.


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